Ya son varios meses desde que la plazuela Miguel Grau es utilizada como club deportivo
Todas las tardes de día de semana, a horas 4 pm, el Jr. Ayacucho cuadra 9, se llena de ruidos de gritos de aliento y golpes a balones, no son campeonatos precisamente, sino que gente de otros barrios vienen a invadir la plazuela Miguel Grau, alguna vez tranquila y sin bullicio, ni siquiera lo hacen a un lado de la plazuela, sino que la llenan por completo, ya que así pueden jugar cuatro equipos a las vez, cualquier transeúnte por más apurado que esté, tiene que rodear la plazuela para poder llegar a su destino.

Aquí se practica cualquier disciplina, se da el fútbol, voleibol, polladas, parrilladas, conciertos evangélicos, campañas de salud, ferias, “
chupodromos”, etc; lo que tenemos al frente es en realidad cualquier cosa menos plazuela.
En la esquina de la plazuela, se instala la “salchipollera”, todos las tardes a partir de las 5 pm, no a la mayoría de gente le gusta pasar cerca de alguna parrilla, ya que deja un olor peculiar, sin embargo, por no interrumpir los partidos de voleibol, se ven obligados a pasar por la dichosa “salchipollera”, para poder pasar a la otra calle, donde por más perfumado que hayas salido terminas con olor a pollada.

No son niños los que juegan en este lugar, como para decir que es un sitio de esparcimiento y entretenimiento, ya que los niños juegan donde pueden y no entienden de razones; sería algo distinto, en cambio las personas que vienen a la plazuela a darle uso de cancha deportiva, son mujeres y hombres de 30 a 45 años de edad, es decir que es gente adulta con mucha capacidad de entendimiento.
En un sondeo realizado se les preguntó porqué venían hasta aquí, contestaron, que era una manera de distraerse en las tardes de día de semana, y de no pagar nada para alquilar una cancha de fútbol o voleibol, obviamente se pudo saber que no eran vecinos de este barrio, salvo algunas personas que vivían en los alrededores.
Son personas que no se dan cuenta de la molestia que causan, ya que ni siquiera les interesa el tema, la incomodidad que causan a los vecinos de la plazuela Miguel Grau, el hecho de darle un mal uso a un lugar como este.
La única solución que hemos encontrado hasta ahora es la de llamar a Serenazgo todas las veces que pasa esto, algunas veces son controlables, otras veces no; y esto de tener que llamar al Serenazgo es de todos los fines de semana, esperando que sólo vengan algunas veces, las autoridades no hacen nada al respecto porque piensan que será algo pasajero, pero piensan así porque no viven alrededor de esto.
Como vemos, no es cuestión de una semana o dos, es todo el año, todos los días del año, creo que una de las soluciones sería que las autoridades prohíban el hecho de dar mal uso a los parques y plazuelas de la ciudad de Cajamarca, no son bares, ni canchas deportivas ni mucho menos locales de eventos, son lugares de esparcimiento, donde supuestamente deberíamos encontrar tranquilidad.